jueves, 22 de marzo de 2012

Cómo perderse con dos GPS y encontrarse con una sonrisa. Puente de San José 2012

El viernes 16 de marzo, con un fin de invierno casi veraniego amenazando nuestra salud mental, Inma, Maranta, Eva, Táber, Marcos, Pablo y el que suscribe pusimos rumbo a Maraña, cerca del embalse de Riaño.

Los del último turno llegamos al filo de las 11 de la noche cerrada, tras perdernos a pocos kilómetros de la “cumbre” (el albergue) al tropezar con esa piedra llamada dar-por-supuesto-que-estaría-indicado-desde-la-carretera-principal.

De 21-mm-2012, Maraña Taber

Al menos fuimos recibidos por los primeros con una selecta selección de cervezas selectas. Completamos la cena con embutidos, empanadas, tarta de chocolate casera y una gran variedad de ensaladas: ensalada de atún “Italiana” del AhorraMás, ensalada de atún “Mediterránea” del Día, ensalada de atún “California” (pronúnciese “caulifounia”) del Mercadona...

Se ha de destacar la excelente relación calidad-precio del albergue regentado por una mujer encantadora llamada Natacha. Un alojamiento amplio e impoluto, acogedor y caliente. Y justo a pie de ruta.

Antes de acostarnos y para reforzar el sentimiento grupal, Táber propuso dos juegos: En uno había que batirse en duelo por un trozo de madera y en otro la gracia estaba en desconfiar y sabotear.

De 21-mm-2012, Maraña Taber

A la mañana siguiente, tras los habituales desajustes de los diversos ritmos oníricos (traducción: Eva sigue sin entender por qué puñetas me levanto 2 horas antes), desayunamos y nos preparamos con la intención de coronar Cruz de Mampodre y Polinosa. Insisto, “con la intención”.

La nieve tenía una firmeza aceptable para las gratas temperaturas de esos días pero una niebla espesa asfixiaba los 300 últimos metros de la cumbres.
No pasa nada, para eso están los GPS...”estoooo, el mío no reconoce los tracs, ¿y el tuyo, Marcos?” “pueeeees, no, Pablo, las referencias que me pasaste tampoco funcionan en el mío” “No pasa nada. Daniel, pásame el mapa” “Aquí lo tienes, Táber. Pero ten en cuenta que la cresta está repartida en dos mapas y de distinta edición”.

De 21-mm-2012, Maraña Taber

Con estas premisas, iniciamos la subida a la cresta por un fuerte desnivel.
A ritmo variable y técnicas combinadas (es decir, como cada cual buenamente pudo) ganamos altura.

La actitud de Inma, con botas blandas y poca experiencia, fue admirable. Los que, hasta hace muy poco, nos encontrábamos en esa situación, lo valoramos especialmente. Y la mujer ni siquiera mencionó madres en las clásicas “paradas del cabrón”.

De 21-mm-2012, Maraña Taber

Ya en la cresta, con una visibilidad de menos de 100 metros, nos esperaban diversas densidades de nieve, “dry tooling”, hundimientos variados, cambios de vertiente, trepadas surtidas, descensos nunca descartables, ventiscas heladas...Y lo mejor: repaso de conocimientos básicos de orientación en braille.

De 21-mm-2012, Maraña Taber

Panorámicas...pocas. Gracias a ello, nos pudimos reír en cada paso nevado de medio metro de anchura. Porque, como dijo alguno, habría que ver nuestras caritas si la climatología nos hubiera permitido apreciar el patio.

De 21-mm-2012, Maraña Taber

Y fue el sentido del humor y la serenidad de todos, lo que permitió que Pablo y Táber lograran encontrar el modo de salir de esta situación especialmente peligrosa. Ni jodida, ni comprometida. Peligrosa.

Una vez alcanzamos la base de los riscos, gozamos del resto del descenso aprovechando los toboganes del nieve blanda. ¡Un pastón en material técnico para terminar como unos vulgares plastiqueros!

De 21-mm-2012, Maraña Taber

Con la tranquilidad de estar ya en la falda de la montaña y con una mínima ventana de buen tiempo, los guías del grupo resumieron lo ocurrido: En vez de alcanzar la Cruz de Mampodre y su hermana la Polinosa, estuvimos dando vueltas norte-sur por la arista del Pico Mediodía.

No obstante, los GPS nos dieron una pequeña satisfacción: Confirmaron que el desnivel y la distancia salvados fueron equivalentes a lo programado.
Además, volvimos todos enteros. Así que... ¡cumbre!

Ya en pantuflas y calentitos, nos sobrevino todo el agotamiento sabiamente reprimido. Estábamos cansados, como 24 horas antes, pero era algo más limpio, más sano. ”Distinto”, atinó Pablo.
Juegos de mesa y una cristalina bóveda celeste antes de acostarnos.

De 21-mm-2012, Maraña Taber

El domingo por la mañana, con los biorritmos más ajustados (traducción: cuando volví de la ducha nadie dormía ya), disfrutamos de una bonita estampa suavemente nevada. Por ello, Natacha, nos advirtió que no era día para el Gilbo. Así que enfilamos los coches directos al Gilbo.

Dejamos los vehículos en Horcadas y empezamos a subir por un tranquilo PR. Con las indicaciones impresas de internet por Marcos y con la compañía de dos tipos muy majos tomamos el desvío hasta la cresta. Ahí entendimos la advertencia de la casera, porque la caliza con aguanieve combina mal. Inma, Marcos y un servidor, por saturación, lesión o canguelo, nos dimos media vuelta.

De 21-mm-2012, Maraña Taber

Alcanzada la cumbre por el resto del grupo y durante un fugaz espacio de buen tiempo, se produjo un acontecimiento estético-cultural que Eva y Táber tuvieron la sensibilidad y el acierto de captar con sus cámaras: Las poses de Pablo celebrando la cima.

De picos europa 2012

El testimonio gráfico ahí recogido ocupará un puesto preferente en los libros de Historia del Arte, junto al Doríforo de Policleto, el Apoxiomeno de Lisipo o el Hermes de Praxíteles.

De vuelta al pueblo, las caras de los vencedores eran pura satisfacción.
Táber hasta tuvo el detalle de regalarme un pañuelo naranja para que se me pasara la envidia (léase: enviiiiiidiiiia).

De picos europa 2012

Con el tiempo justo para comer, optamos por el único restaurante del pueblo. Bendita improvisación: Sopa de fideos, garbanzos, albóndigas y postres (el flan denso que gorroneé era supremo)... todo ello elaborado con la dedicación de una abuela.

De 21-mm-2012, Maraña Taber

Después, nos dirigimos a León. A partir de ese momento estábamos en manos de Marcos. Tela marinera.
Nos presentó a Vero, que como producto riojano que es, no dejó de sorprendernos por su calidad y perdurabilidad al paladar.
Repartidos entre las casas de ambos, visitamos el Barrio Húmedo. Primero unas cañas y vinos con sus tapas: sopa de ajo, suave queso azul Verdellón, jamón y picadillo con huevo.
Luego a cenar: ensalada no envasada (gracias, Inma, por pedir algo verde), lengua embuchada exquisitamente preparada, crema de morcilla, jamón asado con queso fundido y buey a la plancha (finalmente, hubo que renunciar a las mollejas...¡snif, snif!) Más vinos, más chupitos y a las dos de la madrugada… ¡empieza la fiesta!

De picos europa 2012

No hubo esquina donde Marcos y Vero no se pararan a saludar a alguien. No habíamos visto a este chico más pletórico en la vida. Ahí, a las 3 de la madrugada con una helada "leonina". La mayoría logró seguir su ritmo. En cuanto a los detalles de esa noche…no os los puedo contar, simplemente porque me dormí de pie.

Al día siguiente, (bueno, ese mismo día pero con el sol en lo alto), nos despedimos de los mejores anfitriones y volvimos a Madrid.
Como siempre, en nuestras últimas conversaciones, los temas de siempre: Rutas, comida y sobre todo ¿DÓNDE ESTÁN LOS DEMÁS?

Un saludo.



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